Baúl LMW: El Promotor; Extracto del Libro "Cómo Ser la Banda Abridora de tu Artista Favorito"
El Baúl LMW es una sección en donde revisitamos aquellos artículos que publicamos tiempo atrás y que ahora viven en éste newsletter. Muchos de ellos tienen más de 10 años de haberse escrito.
2 de Mayo, 2012
A continuación te presentamos un extracto del libro Cómo ser la Banda Abridora de tu Artista Favorito, escrito por Koly Siller, publicista y consultor de Latin Music Wire.
El Promotor
Al promotor u organizador del evento en el cual estás interesado debes verlo no como una persona que está ahí para rogarle por una oportunidad tan sólo porque cree en tu música.
Cuando hablamos de “Promotor“ u “Organizador” (otras veces también referido como "Empresario"), por lo general nos referimos a una persona independiente con los recursos suficientes para llevar a cabo un evento de música hasta una organización grande (empresa o gobierno).
Debes saber los intereses principales del promotor, los cuales son:
La Venta:
La venta de boletos, de bebidas, de merchandising, de espacios publicitarios, de patrocinios, de espacios para stands comerciales, etc.
El Desarrollo del Evento:
La promoción y publicidad del evento, la logísitca, etc. Cualquier cosa que ayude a asegurar la asistencia de gente al evento, y por ende, la entrada de dinero.
La Audiencia para quien trabaja:
Por supuesto, el público está en el centro de las actividades de la organización. El fin último de un evento de música es el entretenimiento y el espectáculo, y el promotor sabe muy bien que sin la promesa de un buen espectáculo, no hay público y por ende, no hay dinero.
En definitiva, todas estas actividades, que forman parte de la total responsabilidad del promotor, se dirigen a un único objetivo: cualquier cosa que introduzca dinero a los bolsillos de la organización.
Después de todo, el promotor u organizador tiene qué pagar los gastos de operación, de marketing y publicidad, de personal, renta de espacio y sonido, maquila de boletos y flyers, la cotización del artista, entre otras cosas.
También cuenta la entrada de dinero a los bolsillos del promotor también. Después de todo, ellos también deben alimentar a sus familias. ¿O creías que los conciertos se hacen nada más porque están bonitos? ¿O por simple amor al arte?
He aquí lo que la gran mayoría de los artistas, músicos, cantantes y bandas independientes desconocen: No hay ninguna razón para que el promotor pudiera estar tan interesado en tu música como para otorgarte el slot abridor, simplemente porque tocas lo mismo que el artista principal, tu música suena en la radio o porque tienes un disco en el mercado.
El trabajo del promotor es vender el magno concierto, la atracción principal y el artista principal.
He ahí la razón acerca de por qué no funcionaría simplemente presentar tu demo al promotor y esperar a que te llame por teléfono.
Así como de la misma manera, no habría razón por la cual tú podrías estar interesado en las actividades del concierto, más que para entrar a tocar 20 minutos, tomarte la foto con el artista principal e irte.
Pero considera esto: ¿Qué crees que sucedería si le propones al promotor ayudarle con las actividades del concierto?
¿Qué crees que sucedería si le propones al promotor ayudarle en lo que tengas capacidad para que ingrese dinero en las arcas de su organización?
Después de todo, los promotores son personas con demasiada carga de trabajo. A veces dicha carga de trabajo se extiende hasta 6 u 8 meses, en el caso de los grandes festivales.
Imagina lo que sucedería si abordas al promotor proponiéndole un plan detallado que contemple sus propias necesidades.
¿Qué otro artista, cantante o grupo has conocido alguna vez que haya hecho esto?¿Que se haya ofrecido a ayudar en lo que se pueda y en lo que se tenga la capacidad?
¿Qué artista se preocupa realmente por proveer valor en una escena musical en donde lo que a todos les preocupa únicamente es promocionarse a sí mismos?
La mayoría simplemente llegan, se instalan sin decir hola, dan órdenes al ingeniero de sonido, tocan y se van. A veces sin dar las gracias, siquiera.
En mis épocas de promotor musical, cuando estábamos en los preparativos para realizar los conciertos, muchos chicos venían a mí con sus demos a solicitar el espacio abridor del artista principal.
Sus argumentos y razones siempre eran los mismos, y la conversación era algo así:
Oiga, señor promotor, queremos tocar porque somos fanáticos de X artista. Aquí esta nuestro demo para que lo escuche y nos ponga en el concierto. Métanos o se va a arrepentir de no haber contemplado a tan grandiosa banda como la nuestra.
(Eso último lo inventé yo, pero casi casi era la actitud).
Con tanta carga de trabajo, lo último que quiero es sentarme a escuchar la música de estos jóvenes en los cuales ni siquiera confío en que vayan a realizar un buen trabajo o vayan a respetar las labores de la organización y la logística del evento.
Y menos cuando estoy esperando un aforo de 3mil personas.
Una vez me tocó hacer booking de un grupo de chicas que me solicitó Televisa en uno de sus canales de una ciudad del norte de México. El evento se trataba del aniversario de la estación de televisión local y se llevaría a cabo en el estadio de beisbol de la ciudad, para un público de más de 3mil personas, además de que el evento se transmitiría en vivo en las demás cadenas regionales.
Era la oportunidad de oro de éstas chicas, puesto que compartirían el escenario con figuras del ambiente grupero y del pop mexicano, y al mismo nivel, ya que la televisora las estaba promocionando fuertemente con spots entre los comerciales de la programación.
Todo eso sin mencionar que el viaje era todo pagado, con alimentos, gasolina y hotel.
Una hora antes de que salieran al aire a dar su show de 40 minutos, las chicas decidieron de última hora no presentarse.
¿La razón?, no recuerdo el cocktail de excusas que dieron, pero a juzgar por que esa misma noche estuvieron en un bar de otra ciudad, supongo que el alcohol y la parranda con los amigos fue mejor opción que ir a presentar su música ante el público y la televisión.
Y luego se preguntan que por qué no tienen mejores oportunidades.
A veces no se trata de tener contactos, calidad musical o afinidad con el evento. A veces simplemente tiene qué ver con la falta de profesionalismo, y eso es algo que un promotor puede oler a kilómetros de distancia.
Entre más grande es el promotor, más agudo es su olfato profesional.
No recuerdo que en algún momento, algún artista se haya acercado a mí con propuestas como las siguientes:
“Tenemos una lista de 300 fans a los que podemos promocionar el concierto”
“Tenemos un Street Team en la ciudad, compuesto por 3 chicos que son fans nuestros, quienes están dispuestos a pegar los flyers gratis y promocionar el evento en todo lugar.”
“Nuestro Facebook tiene más de 10mil seguidores. Estaremos promocionando el evento a diario.”
“Tenemos un patrocinador que estaría encantado en inyectar dinero a la campaña del concierto a cambio de un espacio publicitario”.
“Tenemos contactos de locutores de radio en ciudades aledañas. Podemos solicitar entrevistas y promocionar el evento.”
“Haremos lo posible por asegurarte mil entradas.”
“Semanas antes del concierto, haremos una tocada local para atraer gente y promocionar ahí mismo el evento grande.”
“Danos mil boletos y los venderemos todos, sin cargos ni comisión.” (Sí, yo sé que existen los promotores caimanes que abusan; luego hablamos de eso).
“Tenemos 5mil seguidores en Twitter, podemos promocionar el evento unas 7 veces al día.”
¿Te suena descabellado todo esto?.
Pregúntate a ti mismo:
¿Cómo puedo ayudar al promotor?
¿Qué es lo que el promotor quiere?
¿Qué es lo que el promotor necesita?
¿Cómo puedo ayudarle a aliviar su carga y ayudarle a vender?
¿Cómo puedo proveer valor a éste evento?
Si tomas un papel y lápiz y te pones con tus compañeros de grupo y/o mánager a realizar una sesión de lluvia de ideas, descubrirás que existen miles de formas en las que puedes proveer valor al evento y al promotor, ya sea en la venta, en el desarrollo del evento (publicidad y promoción) y en ofrecerle un excelente espectáculo a la audiencia del artista principal.
Y cuando estés seguro de que puedes proveer valor y proponérselo al promotor, es entonces cuando puedes pedir a cambio un slot abridor.
Provisto de que tu banda dispone de calidad excelente y que tu música es medianamente afín a la del concierto principal, el promotor estará encantado de darte ese codiciado espacio abridor a cambio de tu tiempo y esfuerzo en las labores de promoción y publicidad del evento.
Con el simple hecho de que te hagas de ésta idea y la internalices, tendrás una ventaja de miles de kilómetros sobre los demás artistas.
Después de haber discutido todo esto, probablemente estarás viendo al promotor con otros lentes.
Al promotor debes verlo como posible socio al cual has de ayudar en todo momento y a toda hora en lo que se pueda con el evento, y la mejor manera de asociarte con el promotor y ayudarlo con el evento es poniendo los recursos de tu medio ambiente musical a su disposición y administrados por ti.
Puntos Para Recordar y Actividades a Realizar:
Sé consciente de los 3 principales intereses del promotor: Vender, el Desarrollo del Evento y su Público.
Sé consciente del Fin Último de un evento musical: El dinero que entra a la organización. (Por favor, no confundas el Fin Último de las organizaciones del evento con el Fin Último del Espectáculo, que es el de proveer entretenimiento.)
Internaliza la idea de estar siempre con la actitud de servicio: “¿Cómo te puedo ayudar?”
Encuentra la manera de cómo poder ayudar al promotor a lograr sus intereses. Ofrécele tu ayuda y busca la manera de proveerle valor.A cambio de esa ayuda, solicítale el slot abridor.
“¿Cómo te Puedo Ayudar?”. Es más fácil de lo que crees
Conforme vayas conociendo gente en tu vida y carrera, siempre deberás tomar en cuenta cómo puedes ayudar a una persona.
Esto es algo que prácticamente deberás meditarlo antes de contactar a alguien; en nuestro caso, a un promotor.
El secreto de éste reporte especial está en el dar.
Dar, dar, dar.
Como dice el cantautor argentino Fito Paez en su canción: “Dar es dar, y no fijarme en ella y su manera de actuar”.
Simplemente da, y algunas veces recibirás.
“Dar lo que tengo todo me da… da da daaa, da da da daa daa”